Prologo y 1ª Etapa

                                          Prologo:                             

Meses de preparación, algún bajón que otro, pero mirando hacia adelante, empapándome de todo aquello que me aportara sabiduría, para emprender un nuevo reto en mi vida, el pasado es  muy duro, aunque sigue aquí conmigo, jamás podre olvidarlo, pero lo tengo que aparcarlo un poco hacia un lado para dejarme pasar al futuro, así que el 14 de Agosto de 2009, empecé el Camino de Santiago en Roncesvalles y lo Termine el 23 de Agosto de 2009, en Santiago de Compostela como no podía ser de otra manera.
Salimos de casa el día 13 de Agosto de 2009, sobre las 9:30 de la mañana, digo salimos porque mi amigo Juan Carlos me llevo en su coche hacia Madrid a la estación de autobuses, antes nos pasamos por Alcalá para recoger a mi amigo Andrés, que era la segunda persona o compañero en cuestión de realizar esta peregrinación conmigo.

Una vez sujetas las bicicletas y las pertinente despedidas, se puso en marcha hacia Madrid, el viaje duro aproximadamente 40 minutos, la mañana apuntaba alto digo esto por las temperaturas que tendríamos que soportar, al fin llegamos a la estación de autobuses, nos despedimos de Juan Carlos y ahora ya éramos nosotros solos los que nos tocaba lidiar, con todo aquel ajetreo de las bicicletas, alforjas y demás utensilios.
Una vez embaladas y facturadas las bicicletas era más fácil para nosotros desenvolvernos, y así se hizo, nos dio tiempo a desayunar y a esperar un buen rato antes de que el autobús saliese.
Por fin llego la hora, en las pantallas nos avisan de la salida del bus, antes de subir a nuestros asientos, echamos un vistazo a las bicicletas estaban  en perfecta colocación, éramos los únicos con tan especial cargamento.
Subimos a nuestros asientos  el autobús hecho andar y nuestro camino también, pasamos otra vez por Alcalá, dirección Guadalajara, para luego desviarnos hacia Soria, nos dio tiempo a dar alguna cabezadita, hablar, planear, y revisar otra vez los mapas y los recorridos y etapas planeadas.
Después de varias horas de Viaje, por fin Soria, allí el autobús nos dejo, para cambiar a otro que iba hacia Pamplona, lo mismo bajar las bicicletas y acoplarlas de nuevo en este autobús, nos dio tiempo a comer un poco, el camino seguía. Más de lo mismo, cabezadita y a esperar a llegar al penúltimo punto.
Punto que llego después de un par de horas de viaje, llegamos a Pamplona a las 15 horas , bajamos bicicletas y bultos, nos decidimos, a buscar el autobús que nos llevara a Roncesvalles y así lo hicimos, sacamos billetes, etc., etc., el autobús salía a las 18:00 horas, así que nos fuimos a buscar nuestras credenciales y dar un paseo por Pamplona.

 




Ciudad  a la cual al día siguiente tendríamos que volver pero de otra forma, casualidades de la vida.
Después de visitar la ciudad y algunas fotos nos fuimos hacia la estación, nos tocaba otro viajecito en autobús el tercero del día.


Por fin llegamos a Roncesvalles, el autobús para como nunca había visto parar nada, era lógico por otra parte ya que estábamos Chicas y Chicos que reventábamos, vamos que teníamos que hacer nuestras necesidades urgentemente, por cualquier lado había gente haciendo lo mismo, daba igual el sexo que fuera.
Unos segundos más tarde y repuestos nos decidimos a bajar las bicicletas y los bultos, Andrés se encargo de bajar las bicicletas, y yo de buscar un sitio tranquilo para poder desembalarlas y así lo hicimos, encontramos unos contenedores de basura para poder tirar toda clase de plásticos, etc., allí fue donde conocimos a Mariola y Pedro mi tocayo, hacían lo mismo que nosotros después de unas risas por lo acontecido unos minutos antes, nos pusimos hablar con ellos, lo típico de donde sois.etc.

Les propusimos si querían venirse con notros y aceptaron rápidamente, así empezó lo que acabaría siendo una gran amistad.
Buscamos alojamiento,




                   
dejamos alforjas y bicicletas, y nos fuimos a recorrer el vello pueblo de Roncesvalles.






Roncesvalles fue de siempre vía de paso obligatoria para entrar en la Península Ibérica. Por Roncesvalles penetraron fundamentalmente los celtas, los bárbaros (409), los godos que se establecieron a lo largo de la cuenca del Duero, y naturalmente el rey Carlomagno con el más poderoso ejército del siglo VIII, camino de la ciudad de Zaragoza. Carlomagno, dado que fue derrotado en Zaragoza, decidió, camino de su reino, reducir a ruinas la capital de los vascones, Pamplona. Fue al regreso, en los Pirineos, entre el collado de Ibañeta y la hondonada de Valcarlos, donde hubo de sufrir una contundente emboscada por partidas de nativos vascones, a los que les resultó fácil provocar un descalabro general a base de lanzar rocas y dardos. La Chanson de Roland, escrita en algún lugar de Francia hacia finales del siglo XI, concibió el desastre en el llano, entre Roncesvalles y la villa de Burguete, y los atacantes ya no eran vascones, sino sarracenos, quienes en realidad nunca llegaron a expandir sus dominios tan al norte.

Durante la cena seguiríamos hablando para conocernos un poco más, nuestras dudas, las etapas que teníamos previstas etc, quiero decir también que Pedro y Mariola, por el contrario de lo que pensaba que eran pareja no era así, Pedro quería hacerse el camino, y puso por internet algo así como un anuncio Chico busca acompañante para hacerse el camino, y así fue como apareció Mariola.


Una vez terminada la cena nos dirigimos a nuestros dormitorios que nos pillaban un poco apartados, del centro del pueblo. La noche estaba muy fresquita.

Roncesvalles-Puente la Reina 80 Kms:
 
14 de Agosto de 2009,

PERFIL DE LA ETAPA:

Amanecía en Roncesvalles en una mañana fresquita pero con un cielo limpio, por fin la noche había pasado, dormir más bien poco alguna cabezadita y poco más, mire el reloj las 6:30 de la mañana buena hora, para levantarse, sin hacer mucho ruido, ya que me toco la litera de arriba, abajo un Alicantino.

Me visto con alguna ropa de ciclismo, y una chaqueta ya que la mañana era fresca, normal por otra parte dada la altura que teníamos.

Salí a dar un paseo y ver el amanecer, que imagen más bonita, ver el cielo tan claro, se presentaba ante mí, creo que fue el preludio de lo que acontecería durante todo el día.

Me dirigí a los barracones donde estaban las bicicletas, una a una fui engrasándolas, y allí estuve  un rato mimando a la mía, recordando el esfuerzo que me había costado conseguirla, y el esfuerzo tan grande que había hecho con ella para estar aquí los dos unidos para conseguir nuestro objetivo, la deje y seguí paseando, acordándome de mi Padre en especial, que desde allí arriba me daba fuerzas, para afrontar el reto que tenía por delante, se olvido por un rato mi condición de lesionado. Cuantas preguntas le hice, cuantas respuestas me dio, si papa este camino está dedicado a ti.

Apareció Andrés y los demás, volvimos al Barracón, y empezó la gente a despertarse, unos de México, Otros de Murcia, Alicante, Barcelona y Madrid, así nos pudimos conocer un poco antes de la partida.

Después de vestirnos con el equipamiento adecuado, y acondicionar las bicicletas, empezaba la hora de la verdad ya no había marcha atrás, aunque nadie quería esa marcha atrás.

Fotos de rigor, y empezar a Rodar.

Las Primeras pedaladas fueron por el pueblo de Roncesvalles, y esperando  a encontrar el cartel que te anuncia los Kilómetros hasta Santiago, después de unos metros allí estaba.


 

Seguimos  un par de metros y allí estaba el autentico camino, nos recibía la primera flechas amarillas, y un crucero, para indicarnos el camino a seguir.



Todo parecía fácil el camino empezó favorablemente estaba en muy buen estado, aunque sabíamos que no duraría mucho, en efecto no llego a 1 Kilometro, y teníamos que empezar a bajarnos de las bicis, para abrir puertas, como si de un laberinto se tratara, era para que las vacas que pastan por allí, no se escaparan, bueno algo teníamos que hacer, antes de que el camino empezara a ser más fuerte, que no tardo mucho en ocurrir, aquellas sendas llenas de piedras cortantes parecían que iban a desmontar las bicicletas, de hecho alguna parada extra tuvimos que hacer, para sujetar bien las alforjas y demás enseres.

La primera parada la hicimos en Burguete, aquí encontramos algún compañero de dormitorio, estuvimos hablando un rato con ellos mientras desayunábamos.



Una vez repuestas las fuerzas, cargadas las mochilas de agua y despedirnos de nuestros compañeros de dormitorio y desearles lo mejor, a los cuales ya no veríamos más dado que ellos iban andando, seguimos nuestro camino hasta el Pueblo del Espinal.
Seguía la tónica del camino, bonito pero las piedras cortantes estaban allí sufríamos por las bicicletas, no queríamos que a las primeras de cambio tuviéramos averías o alguna cosa más grave, pero estas se portaron.



Una vez pasado el pueblo del Espinal, nos esperaba la primera dificultad el alto de Mezquiriz, no muy imponente pero dado que todavía no nos habíamos acostumbrado al peso, de las bicicletas parecía un puerto de alta montaña, pero con esfuerzo y tesón lo logramos, llegar hasta la cima.




Ya superado el puerto, nos dirigíamos hacia Viscarret, con constantes toboganes, y una paz sin igual, bosques, riachuelos y más bosques era el camino.


Llegamos con la tónica de la tranquilidad a Linzoain, otro precioso pueblo, a orillas del  rio, Urobi  sus aguas, transparente, y  verdes praderas decían lo que era aquella zona.


Antes de proseguir volvimos a mira planos a ver lo que teníamos por delante, aquella paz de aquel pueblo nos sirvió para estar unos momentos más tranquilos y respirar a fondo aquel aire limpio y ver la belleza del paisaje. Nos dirigíamos al segundo puerto importante de la ruta, todavía más fuerte que el alto de Mezquiriz, este era el alto del Erro.




Una vez superado el puerto y las fotos de rigor, nos dejamos caer en la bicicletas casi por inercia nos tocaban unos kilómetros de bajada, hasta el pueblo de Zubiri. El rio Arga nos da la bienvenida.









Unos minutos más tarde después de seguir apreciando aquellos maravillosos paisajes que quedan muchos y espero que la mano del hombre solo se note para seguir cuidando estos hermosos parajes, seguimos hacia la localidad de Larrasoaña.


No recuerdo muy bien como paramos en este museo de la historia del camino, quizás porque el camino conducía por allí, o quizás porque vimos la puerta abierta y algún símbolo jacobeo nos choco, el caso es que sin quererlo nos metimos en aquella casa de puertas abiertas a todos los peregrinos, que sorpresa todo tipo de gente había pasado por allí, el hombre amablemente nos explico un poco de todo aquello, y al final nos hizo firmar en un libro, y allí nos puso nuestro primer sello oficial del camino.





Después de alucinar un poco con lo que habíamos visto, y más yo por ser seguidor y aficionado al Real Madrid,  ver allí algunas camisas de nuestros jugadores, seguimos camino hacia Zuriain.




Casi  estábamos en las puertas de Pamplona seguiamos admirando tan bellos parajes, de la Geografia Navarra, aunque aún faltaban algunos pueblos de las afueras de la Capital Navarra. El siguiente pueblo zabaldica.



Pasado el pueblo de Zabaldica y ya en dirección hacia Arre y Villava, tuvimos un pequeño percance, Andrés dio con sus huesos en el suelo,rozo su rueda con la de Mariola, Pedro y yo estabamos un poco adelantados, pero nos dimos cuenta de la caida, paramos y socorrimos a Andres, en principio la cosa solo era de pequeños golpes, curamos alguna herida, y Seguimos camino.

                  Foto para el recuerdo que sepa donde tuvo lugar su caida.

Seguimos camino hacia Arre, cuidando de Andrés, que decía que se encontraba bien, aparentemente así parecía ser, pero algún dolor que otro yo se que tenia, pero lo disimulaba muy bien.


                                         Antiguo Hospital de Peregrinos....
Desde aquí nos trasladamos a Villava, cuna de uno de mis ídolos ciclista, Miguel Induráin, tiene un monumento nos es para menos después de lo que ha hecho por el ciclismo, 

 aquí ya el camino se sitúa por carriles bici, muy bien preparados, es normal. Íbamos rodando y hablando, cuando de pronto adelantamos a un hombre con su vieja bicicleta, le adelantamos y me quede con él para saludarlo y cambiar impresiones, el hombre me conto su vida, a la vez qué pedaleaba con nosotros, le hicimos por un rato peregrino, y nos acompaño prácticamente hasta la entrada de Burlada barrio de Pamplona.

  

luego seguimos solos hasta la Capital Navarra.

Hacíamos Camino y Pamplona la palpábamos ya. Hace menos de 24 horas que ya habíamos estado y ahora 48 Kilómetros más tarde y en otras circunstancias  otra vez, que casualidades.
Aprovechamos la estancia en Pamplona para poner los sellos en nuestra cartillas, y visitarlas como es debido,





















al acabar la visita hora de comer, así que decidimos, salir casi a las afueras de Pamplona, para comer aparte de ser un poquito más barato que por el centro de la ciudad, también teníamos el inconveniente de las bicicletas, necesitábamos un sitio donde tenerlas controladas, y así fue comimos, en un restaurante en la Terraza, hacía mucho calor pero nos echaron unos toldos y pudimos comer de maravilla. Mientras tanto seguíamos conociendo a nuestros nuevos compañeros, y recopilando lo que habíamos conseguido hasta el momento, por su puesto recordando la caída de Andrés, unos Kilómetros atrás.
Nos animo ver otra vez el recorrido solo nos quedan 30 Kilometros hasta el punto final de la la Etapa Puente La Reina, pero habia todavia otro puerto que pasar el Pedon.
Rellenamos las mochilas de agua, alguna llamada de teléfono y en marcha hacia, Cizur,Guendulain, y Zaraquegui, aqui es practicamente donde empezaba la subida al alto del Perdon.
El Camino empezaba a tirar hacia arriba, aparte del calor, pero lo íbamos llevando bastante bien aparte que la comida y el pequeños descanso realizados en Pamplona nos vino muy bien para afrontar creo que una de las partes más dura de estos kilómetros que ya llevábamos en nuestras piernas y cabeza. Nos encontramos metidos en Zaraquiegui.


                                            Aqui se partio el Grupo.
Una vez que habíamos salido del pueblo en las cercanías,  se divisaba el temido Alto del Perdón, sin dudarlo el nombre lo tiene bien merecido creo aquí nos dieron el perdón de nuestros pecados, sus rampas fueron duras, así que no podía ser de otra forma y el grupo también se rompió, nos volvimos a reagrupar muchos después de la coronación, no queríamos quedarnos fríos e íbamos avanzando poco a poco para que fueran enganchando según iban viniendo, a un así el tiempo fue importante.




En Uterga conseguimos estar juntos otra vez aun así costo, ya que alguno de nuestros compañeros estaba pagando las fuerzas y el desgaste del camino.


Prácticamente teníamos el final de la etapa en nuestras piernas, cuestión de unos pocos kilómetros, nos animamos como buenamente podíamos, contando chiste, y haciendo alguna gracia, para poder ayudar a los más desfavorecidos, creo que lo conseguimos, porque allí estábamos todos, llegando a Obanos.



Pasado Obanos, Puente la Reina, lo teníamos a 2 Kilómetros escasamente, fue cuestión de dejar caer la bicicleta, y allí estábamos en el final de la etapa, primer día conseguido, y la alegría fue inmensa, besos y abrazos, por lo conseguido.





Después de acomodarnos y darnos una ducha sonora, nos tocaba relajarnos, así lo hicimos fuimos a dar una vuelta por el pueblo y buscar un restaurante para cenar.





 
Al acabar la cena, nos dirigimos tranquilamente hacia el albergue, no teníamos prisa en levantarnos, fuimos descubriendo nuevas facetas de nuestros nuevos amigos, sus trabajos, aficiones, amoríos, etc., ellos por su parte lo mismo de nosotros.
Ya en  el albergue, y después de tenerlo casi todo preparado para el día siguiente y dar un vistazo a los mapas, nos echamos a dormir como bebes por fin y yo en concreto y creo que los demás pudimos dormir plácidamente.